El 14 de junio, Día de la Huelga de las Mujeres, se celebraron acciones sindicales y feministas en toda Suiza. A pesar de las tres grandes huelgas feministas llevadas a cabo, las mujeres tienen que seguir luchando contra las injusticias estructurales que les dificultan llevar una vida autónoma e independiente. En lugar de preocuparse por aumentar los salarios y apoyar los salarios mínimos regionales, los partidos de centroderecha atacan las pensiones de las Cajas de pensiones con la engañosa reforma del 2º pilar que quieren llevar a cabo.
El pasado 14 de junio las mujeres volvieron a salir a la calle para conmemorar el Día de la Huelga de las Mujeres y dar visibilidad a sus reivindicaciones. Se llevaron a cabo diferentes acciones con limpiadoras, trabajadoras del sector de las lavanderías, hostelería-restauración, o bien, del de cuidados. Pausas prolongadas, picnics, talleres sobre temas como el acoso sexual y la defensa personal, o bien, una carrera por etapas sobre la necesidad del trabajo sindical son algunos ejemplos de las acciones que tuvieron lugar. Posteriormente, las sindicalistas participaron con el Unia en las manifestaciones de los colectivos de huelga feministas organizadas en diferentes ciudades suizas.
Reconocimiento del trabajo femenino "Es un escándalo. El acoso, los bajos salarios, la falta de reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerado, o la pobreza de las mujeres en la vejez, son síntomas de una sociedad que infravalora sistemáticamente a las mujeres y su trabajo. Se dice a las mujeres que su trabajo vale menos. En lugar de abordar los problemas estructurales y la discriminación, se afirma que los problemas son individuales", criticaba Vania Alleva, presidenta del sindicato Unia, el pasado 14 de junio. Las mujeres exigen el reconocimiento de su trabajo y salarios justos. No solo realizan la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado, sino que también trabajan en profesiones socialmente relevantes. Sin embargo, a pesar de la importante labor que realizan para la sociedad, casi la mitad de las mujeres con estudios de aprendizaje ganan menos de 5000 francos brutos al mes, ello extrapolado a un puesto de trabajo a tiempo completo.
«En mi cantón, pero también en otros, reivindicamos convenios colectivos de trabajo (CCT) en todos los ramos profesionales que no están cubiertos por un CCT y en los que trabajan mayoritariamente mujeres. Solo así lograremos mejorar las condiciones laborales de las mujeres», afirma Fanny Hostettler, presidenta de las Mujeres Profesionales de Farmacia del Cantón de Vaud.Falta de reconocimiento de la formación realizada en el extranjero Maryam Goudarzi, dependienta en Zúrich, afirma: «Como extranjeras y extranjeros nos emplean, a pesar de nuestra formación en nuestro país de origen, como mano de obra no cualificada. Eso significa menos sueldo, pero en realidad trabajamos exactamente igual que el personal con un diploma profesional reconocido. [...] Necesitamos 4500 CHF para todas las personas empleadas sin diploma, por debajo de eso es imposible llevar una vida digna». El hacer un aprendizaje, independientemente del lugar donde se hayan cursado los estudios, tiene que merecer la pena. La sociedad, la política y los empresarios se benefician de la devaluación sistemática del trabajo de las mujeres. Los bajos salarios iniciales y la insuficiente evolución salarial son especialmente evidentes en los campos profesionales con una elevada proporción de mujeres. Las reivindicaciones del Unia son claras: ¡Salarios más altos y pensiones justas para las mujeres ya!