Una encuesta del Unia entre el personal de la hostelería-restauración pone de relieve la gravedad de la situación. El acoso sexual y el mobbing siguen siendo un problema importante. Especialmente grave: más de tres cuartas partes de las personas afectadas no recibieron ninguna ayuda de su jefe.
¿Bromas y comentarios desagradables, tocamientos no deseados, frases estúpidas para ligar? Esto está prohibido por ley: No se puede permitir el acoso en el lugar de trabajo, el jefe debe velar por ello. Casi la mitad de las personas participantes en la encuesta declararon que ya habían sufrido mobbing y acoso sexual en el lugar de trabajo.
El 90% de las personas acosadas son mujeres. Y quienes acosan son, en su mayoría, hombres: pueden ser clientes, pero también compañeros de trabajo o jefes. No hay por qué aguantar el acoso de nadie.
En tres cuartas partes de los casos de acoso o mobbing, el autor fue el superior jerárquico (37%) o un compañero de trabajo (39%). Especialmente grave: solo algo menos de una de cada cuatro personas que sufrieron acoso o mobbing recibió apoyo de su jefe (23%).
La Ley de Igualdad prohíbe claramente el acoso sexual en el lugar de trabajo. La "dignidad de mujeres y hombres" no debe violarse en el lugar de trabajo. Entre otras cosas, están prohibidas "las amenazas, las promesas de algún tipo de ventaja, la imposición de coacciones y el ejercer presión para obtener un favor de naturaleza sexual".
La ley también prohíbe la discriminación, por ejemplo, por razones de género o embarazo.
Muchas de las víctimas se sienten, sin razón, culpables de lo ocurrido. El Unia y belaestigt.ch ofrecen apoyo y ayuda, también en lenguas de la migración.
Las mujeres con un estatus de residencia incierto temen a menudo perder su permiso de residencia si se defienden. Para luchar contra esta discriminación múltiple también existen centros de denuncia especializados como network-racism.ch.
Campaña del Unia al respecto.