Los trabajadores de la construcción en Suiza están hartos. En una votación a nivel nacional, 20 000 trabajadores de la construcción votaron por una abrumadora mayoría (89 %) a favor de medidas de lucha. El motivo: la patronal del sector sigue negándose a buscar una solución a la crisis de personal en el sector principal de la construcción.
El Convenio Marco Nacional (CMN), que regula las condiciones laborales de unos 80 000 trabajadores de la construcción, expira a finales de año, pero no se vislumbra ningún acuerdo. La última ronda de negociaciones entre los sindicatos Unia y Syna y la Sociedad Suiza de Empresarios Constructores (SBV/SSE/SSIC) tampoco ha dado resultados. En lugar de avanzar, la patronal insiste en empeorar las condiciones: más horas extras sin complementos, horas negativas, supresión de los complementos por trabajar los sábados y facilitación de los despidos de los trabajadores de la construcción mayores o enfermos. Especialmente chocante: los trabajadores cualificados ganarán en el futuro hasta un 25 % menos, a pesar de los ingresos récord del sector. Según la revista especializada Baublatt, las empresas constructoras obtuvieron en septiembre unos ingresos de 3500 millones de francos con viviendas unifamiliares y plurifamiliares, casi mil millones más que el año anterior.
Los trabajadores de la construcción exigen una reducción de la jornada laboral diaria a 8 horas, descansos remunerados, el fin del tiempo de desplazamiento no remunerado, la compensación por la inflación y que se tenga en cuenta su opinión a la hora de compensar las horas extraordinarias. Mientras los trabajadores de la construcción luchan por unas condiciones justas, los funcionarios de la SBV/SSE/SSIC, según fuentes internas, se permiten descansos remunerados para la pausa de media mañana, un privilegio que niegan a los trabajadores. «Predicar agua y beber vino», comenta Chris Kelley, coresponsable del sector de la construcción del Unia.
Tras el inicio en el Tesino, con 2500 participantes y obras paralizadas, siguieron ruidosas manifestaciones en Berna, donde se manifestaron 800 trabajadores de la construcción de la región. En la Suiza occidental, 7000 trabajadores de la construcción de todos los cantones de la Romandía se reunieron en Lausana. El 14 de noviembre cerca de 2500 trabajadores de la construcción, venidos de la Suiza oriental, central y de Zúrich, atravesaron la ciudad para manifestarse delante de la sede nacional de la Sociedad Suiza de Empresarios Constructores. Los trabajadores de la construcción exigen respeto por su trabajo y horarios más compatibles con la vida familiar. Las jornadas excesivamente largas y los largos desplazamientos hacen imposible llevar una vida privada normal: uno de cada dos albañiles abandona el sector. Los sindicatos advierten: si la Sociedad Suiza de Empresarios Constructores sigue sin presentar soluciones, en 2026 se convocará una huelga nacional del sector.
Los trabajadores de la construcción envían un claro mensaje: se necesitan urgentemente mejores condiciones laborales, de lo contrario, el futuro del sector estará en peligro.