Los sindicatos no aceptarán ningún acuerdo con la UE contrario a los derechos de las y los trabajadores. Así lo han reafirmado, tanto los miembros del Comité Central del Unia, el 25 de enero de 2025, como las delegadas y delegados de la Unión Sindical Suiza (USS), en la asamblea extraordinaria de delegadas y delegados celebrada el pasado 23 de enero de 2025.
Los sindicatos lucharon por la abolición del indigno estatuto del temporero, por la introducción de la libre circulación de personas con medidas de acompañamiento. Estos fueron grandes pasos hacia mejores salarios y condiciones laborales. Gracias a un estatuto de residencia más seguro, las personas sin pasaporte suizo, provenientes del espacio de la UE, pueden defenderse mejor ante posibles abusos de los empleadores. Gracias a la protección salarial, se controla el pago correcto de los salarios y la aplicación de las condiciones laborales en miles de empresas. El actual acuerdo negociado pone en peligro este modelo de éxito. Por ello, las delegadas y delegados de la USS han decidido por unanimidad que solo pueden apoyar un acuerdo que garantice la protección salarial, un estatuto de residencia seguro y el mantenimiento de los servicios públicos. Pierre-Yves Maillard, presidente de la USS, destacó en su intervención: "El acuerdo empeora la protección salarial. Se necesita un giro. Negociaremos con determinación. El objetivo es encontrar una solución que beneficie a las trabajadoras y trabajadores y no les perjudique."
El Consejo Federal dio por concluidas las negociaciones con la Comisión de la UE el pasado 20 de diciembre de 2024. Según el Consejo Federal se habían alcanzado los objetivos objeto de negociación. Pero, lamentablemente, la información disponible muestra que el acuerdo negociado pone en peligro la protección salarial y los servicios públicos. Para las delegadas y delegados de la USS estos empeoramientos son inaceptables. Por ello, exigen que se garantice la protección salarial y el mantenimiento de los servicios públicos, a través de nuevas y eficaces medidas. El gobierno se ha mostrado dispuesto a llevar a cabo negociaciones internas con los sindicatos y los empleadores sobre este asunto. Suiza tiene los salarios más altos de Europa. Una apertura descontrolada del mercado laboral suizo y un estatuto de residencia menos seguro para las personas migrantes, así como la falta de reconocimiento de las cualificaciones obtenidas en los países de origen, llevarían, sin duda, a una mayor presión salarial. Por eso, Suiza, gracias a la presión ejercida por los sindicatos, implementó en su día las medidas de acompañamiento. Gracias a los convenios colectivos, los controles y las multas se pudo evitar una caída de los salarios en los sectores bien protegidos. El nuevo acuerdo cuestiona partes esenciales de esta protección salarial. La protección salarial debe aumentar, no disminuir. Porque, en los últimos años, la protección salarial se ha vuelto más compleja. Ello debido a la mayor proliferación de subcontratas, del trabajo temporal y condiciones laborales precarias. La base de los convenios colectivos de trabajo (CCT) suizos ha ido empeorando.
Al mismo tiempo, la UE presiona para liberalizar los servicios públicos, especialmente en el sector energético y el transporte ferroviario. Esta desregulación pondría en peligro los servicios de alta calidad que benefician a todas las personas que viven en Suiza. Los sindicatos subrayan que la UE debería respetar los derechos sociales y fortalecer los mecanismos de protección, en lugar de recortarlos. Es esencial que el acuerdo garantice los salarios suizos en Suiza, refuerce los convenios colectivos con una convergencia de los estándares sociales en Suiza y la UE, y proteja los servicios públicos de las privatizaciones.
Para proteger los salarios y garantizar el mantenimiento de los servicios públicos es necesario introducir una serie de medidas:
Solo las empresas que paguen salarios correctos deben recibir contratas. Para ello, se deberán utilizar, en el procedimiento de adjudicación de contratos, las informaciones sobre los controles de salarios disponibles en línea.
Hay que introducir instrumentos más eficaces para asegurar que las empresas poco serias abonen correctamente los salarios: debe ser responsabilidad del contratista principal pagar las multas por sus subcontratistas, si no ha comprobado previamente que pagan salarios suizos. Además, se podrán interrumpir los trabajos de las empresas que se nieguen a cooperar durante los controles, o bien, que hayan cometido abusos graves.
El tiempo de tramitación de los cantones de las notificaciones de las empresas que se desplazan a Suiza para realizar determinados trabajos debe reducirse considerablemente. Es necesario que las comisiones paritarias accedan directamente a dichas notificaciones para poder planificar y realizar a tiempo los controles habituales.
En Suiza deben pagarse dietas suizas. La USS pide al Consejo Federal que renegocie este tema en el acuerdo. Si no se consigue, este principio debe quedar claramente establecido en la legislación suiza. Ello también para que el Tribunal Federal no falle incorrectamente en un posible conflicto.
Hay que acabar con la erosión gradual de la protección salarial. Los requisitos para la declaración de obligatoriedad general de los convenios colectivos de trabajo (CCT) deben ajustarse a la realidad actual. El quórum de los empleadores es hoy demasiado alto. La UE exige medidas para promover los convenios colectivos de trabajo (CCT) cuando menos del 80 % de las y los trabajadores estén sujetos a un convenio colectivo de trabajo. Suiza debería hacer lo mismo.
La aprobación de los Contratos Tipos de Trabajo (CTT) debe facilitarse para aquellas áreas del mercado laboral donde, debido a la falta de asociaciones representativas de empleadores, no sea posible firmar o declarar de aplicación general convenios colectivos de trabajo.
Si se mejora la protección de las personas que defienden los derechos de sus compañeras y compañeros en el puesto de trabajo, ello repercutirá en una mejora de la protección salarial. Es necesaria una mayor protección contra el despido, acorde con las normas mínimas establecidas por el Convenio nº 87 de la OIT, relativo a la libertad sindical y la protección del derecho sindical.
Una buena base jurídica con la UE en el sector de la electricidad es muy importante para los sindicatos. Sin embargo, la USS rechaza la liberalización del mercado de la electricidad prevista y apoya la propuesta del Consejo Federal de tratar el tema de la electricidad por separado.
En cuanto a la posible apertura del transporte ferroviario internacional de viajeros, la USS exige que Suiza pueda implementar de manera autónoma las garantías negociadas. Así, las condiciones salariales y laborales vigentes en Suiza deben ser siempre garantizadas. El modelo de cooperación debe seguir siendo posible, la integración tarifaria debe ser debidamente garantizada y la asignación de los horarios debe seguir estando en manos suizas. Debe aplicarse el siguiente principio: la red ferroviaria suiza está sujeta a la legislación suiza.
También en la actualización del acuerdo sobre el transporte aéreo deben aplicarse la protección de los salarios y las medidas complementarias. Su implementación debe estar debidamente garantizada.
La Confederación debe velar eficazmente para que las ayudas públicas, las medidas de fomento o los instrumentos de subvención actualmente previstos en los servicios públicos de Suiza (en particular en los ámbitos de los transportes y la electricidad), sigan estando garantizados en el futuro. Estas garantías deben tener validez a largo plazo, tanto frente a la UE como en el marco de la supervisión de las ayudas estatales que se creará en Suiza.
Suiza ha regulado sus relaciones con la UE en unos 20 acuerdos bilaterales y más de 100 acuerdos adicionales. Un primer paquete de acuerdos se desarrolló en 1994 con la todavía joven UE. Incluía acuerdos sobre la libre circulación de personas y reglas sobre barreras comerciales, agricultura, transporte e investigación.