El Unia exige, para las negociaciones salariales de otoño, un aumento salarial que garantice la compensación por el aumento de la inflación y que tenga en cuenta la importante pérdida salarial sufrida en los últimos años.
Aunque el sector de la construcción continúa disfrutando de buena salud, la mayoría de los empleadores se niegan a compensar la inflación y a aumentar los salarios reales. Las perspectivas para la bonita profesión de albañil son cada vez más sombrías. Pero, dada la escasez de mano de obra y la necesidad de una competencia justa, es evidente que se necesitan soluciones sostenibles. El Unia sigue movilizándose y no cejará en su empeño.
A pesar del aumento del coste de la vida y, al contrario que los empresarios de muchos otros sectores, los empresarios del sector de la construcción han hecho oídos sordos a las justas reivindicaciones de sus empleados, rechazando un aumento salarial general el pasado otoño, y rompiendo las negociaciones salariales. Y ello, a pesar de que los salarios ya habían bajado entre el 2016 y el 2022.
Una encuesta reciente del Unia y del Syna muestra que, a pesar de la facturación récord en el sector de la construcción, el 48% de los trabajadores de la construcción no recibieron un aumento salarial, su salario se redujo en más de un 2%. Además, la mayoría de los que recibieron un aumento salarial, recibieron uno inferior a la subida de la inflación. Esto significa que los salarios reales del 90% de los trabajadores de la construcción han bajado.
El sector sufre escasez de mano de obra cualificada. Ya hoy en día, uno de cada dos albañiles abandona la profesión antes de los 30 años. Y no hay muchos aprendices que soporten las condiciones laborales actuales. En el 2040, uno de cada tres puestos de trabajo seguirá sin cubrirse. Largas jornadas laborales, presión creciente, disminución del poder adquisitivo. Si los empresarios no quieren cerrar, tienen que entender que las trabajadoras y trabajadores no están dispuestos a aguantar todo lo que ellos quieran y que para hacer un buen trabajo se necesita gente que ame su profesión y se sienta respetada.
Por otra parte, las empresas correctas tienen interés en garantizar unas condiciones dignas y conceder aumentos salariales generales. Dada la competencia de las empresas que practican el dumping salarial e intentan eludir las inspecciones y los tribunales, no queda otra que introducir medidas eficaces que garanticen la aplicación de las mismas condiciones laborales para todas las empresas. Los periódicos están llenos de escándalos y condenas: A la Sociedad Suiza de Empresarios-Constructores (SBV-SSE) le interesa, en el marco del diálogo social, proteger a las empresas correctas frente a la competencia desleal, estableciendo condiciones laborales dignas obligatorias para todas las empresas.