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Un cuadro pintado por Siroos, zvg
Vida en Suiza
Migración
Sudabeh y Siroos

Activistas de derechos humanos en Irán, lucha sindical en Suiza

- Emine Sariaslan

Los miembros del Unia, Sudabeh y Siroos Kassraian, ambos de Irán, continúan su lucha en Suiza. Sudabeh tiene 64 años y Siroos tiene 70 años. Tienen dos hijas adultas: la menor trabaja como médica y la mayor está realizando sus estudios de postdoctorado como neurocientífica.

 

Sudabeh y Siroos eran activistas de derechos humanos en Irán. Siroos también era miembro de un partido de izquierda. Fue encarcelado por su activismo político y algunos de sus amigos fueron ejecutados. Sus vidas estaban en peligro, por lo que tuvieron que dejar su país de origen y venir a Suiza. El nuevo comienzo en Suiza fue muy difícil para ambos. Sudabeh relata:
"Tuve que superar muchos obstáculos y enfrentarme a muchas cosas nuevas. Tuve que aprender el idioma, familiarizarme con la sociedad suiza y el sistema escolar, y enfrentarme a muchos prejuicios. Eso requirió mucha energía. Necesité paciencia para construir una nueva vida en Suiza. Primeramente, asistí a cursos de alemán. Después trabajé en varias áreas, por ejemplo, como traductora, como jefa de grupo en un proyecto de la Cruz Roja Suiza y como consejera en una casa de acogida para mujeres. Tras estas variadas actividades, decidí estudiar Trabajo Social".

El título de profesora no es reconocido

"Como mi título de profesora no está reconocido en Suiza, primero tuve que asistir a un curso preparatorio en Friburgo para poder acceder a los estudios de tercer grado. El curso preparatorio costó 4500 francos. Para poder pagarlo, tuvimos que ahorrar en nuestros gastos básicos. Así logré hacer el curso preparatorio. Después de aprobarlo con éxito, pude asistir a la Escuela Superior Técnica de Trabajo Social en Olten. Con mucho esfuerzo, paciencia y el valioso apoyo de mi familia, terminé la carrera y, ahora, trabajo como trabajadora social. Además, mi trabajo de fin de carrera incluso fue publicado como libro".

La discriminación marcó su vida profesional

Siroos proviene de una familia de artistas. Sus hermanos son escritores, pintores y fotógrafos. Él también se interesó por el arte desde muy joven. Tras terminar la secundaria, aprobó con gran éxito el examen de ingreso en la academia de arte —quedó en segundo lugar—. Sin embargo, por recomendación de su hermano, no estudió allí, sino que trabajó como profesor. Al mismo tiempo, continuó pintando y escribiendo. Como su título de profesor no está reconocido en Suiza, quiso continuar con sus actividades artísticas e se incribió en la Escuela de Arte de Biel. Aunque aprobó el examen de ingreso, no fue aceptado por dos razones. Explica:
"Después del examen, me invitaron a una entrevista. Me dijeron que era un maestro de la pintura y que, por tanto, la escuela no era adecuada para mí. También me dijeron que, con 33 años, era demasiado mayor, ya que el resto del alumnado era mucho más joven. Quise que me dieran estas declaraciones por escrito, pero se negaron. Me sentí discriminado y esto marcó significativamente mi futuro profesional".

Primeramente, trabajó como camarero, luego como trabajador de producción en la fábrica de carne Meinen AG y, finalmente, en la fábrica de productos lácteos Emmi. Al mismo tiempo, siguió pintando —y aún lo hace. Ha realizado exposiciones en varios países de la UE. Sus obras han sido galardonadas con tres medallas. Ha organizado unas 40 exposiciones en Suiza. En mayo de 2025, expuso sus cuadros en Ostermundigen.

 

Unia – el sindicato es importante

Para Sudabeh y Siroos el sindicato Unia juega un importante papel, especialmente en lo relativo a los derechos de las y los trabajadores y de las personas migrantes. Por eso decidieron afiliarse al Unia. Son miembros activos del sindicato, participan en el grupo de interés de migración y en numerosas actividades. Siroos se afilió cuando trabajaba en la empresa Meinen AG. Las condiciones laborales allí eran extremadamente precarias. No había pausas regulares, las horas extras no se pagaban y el trabajo era insalubre.
Siroos animó a Sudabeh a que también se afiliase al Unia. Juntos quieren luchar contra las injusticias —por los derechos humanos, laborales y los de las personas migrantes. Dicen:
"Queremos una vida mejor para todas y todos. Los salarios son bajos, hay un trato injusto, muchos prejuicios y discriminación. Nuestros títulos no están reconocidos, nuestras competencias se reducen al nivel del idioma —a pesar de que contamos con amplios conocimientos y capacidades. Gracias a la cohesión y al compromiso del sindicato, podemos cambiar las cosas. Por eso estamos implicados en Unia y en el grupo de interés de migración".

 

 

Contra todas las guerras

Cuando tuvimos la conversación, el 15 de junio, Israel había atacado a Irán. Les pregunté su opinión al respecto. Ambos subrayaron que están en contra de todas las guerras:
"Tanto Irán como Israel violan los derechos humanos. Ningún país tiene derecho a imponer la paz mediante la guerra ni a cambiar el régimen de otro país. Israel mata niños en Gaza y, al mismo tiempo, quiere llevar la democracia a Irán. Esto es inconcebible. El pueblo iraní cambiará el régimen a través de su propia lucha y no mediante una intervención imperialista".