El trabajo nocturno y dominical afecta a muchas personas. A pesar de ello, el Parlamento, aprovechando una posible escasez de energía, ha debilidato la Ordenanza que regula el trabajo nocturno y dominical. El Unia lucha para que se protejan los intereses de las trabajadoras y trabajadores y para que la necesaria transición energética sea una transformación ecológica y social.
Hace un año, aprovechando una supuesta escasez de energía, la mayoría de derechas del Parlamento debilitó las disposiciones sobre el trabajo nocturno y dominical. Gracias a una modificación de la ordenanza, desde el 1 de abril las situaciones de escasez energética se consideran explícitamente como una necesidad urgente de cara al trabajo nocturno y dominical.
Sin embargo, trabajar de noche y los domingos supone un riesgo para la salud de las trabajadoras y trabajadores. Solo se puede recurrir a ello de manera extremadamente restrictiva. Según el artículo 48 de la Ley del Trabajo, debe consultarse al personal siempre que se modifique el horario laboral. Ello también debe ser aplicable a estas situaciones excepcionales.
La posición del Unia es clara: en lugar de trasladar a las trabajadoras y trabajadores los problemas ligados a la dependencia de los combustibles fósiles, lo que se necesita es que Suiza ponga en marcha una transformación energética social y ecológica. Un elemento importante de esta transformación es ofrecer buenas condiciones laborales a las trabajadoras y trabajadores que son quienes, con su trabajo cotidiano, contribuyen al bienestar de Suiza.
El Unia lucha frente al deterioro de nuestras condiciones de vida y laborales y defiende una política energética sostenible y justa, en la que primen los intereses de las personas sobre los beneficios.