Las olas de calor veraniegas son cada vez más extremas. Esto repercute en la salud de los trabajadores de la construcción. A partir de los 33 grados, hay que parar el trabajo y ampliar los plazos de construcción. Esto es lo que piden conjuntamente los sindicatos y la Sociedad Suiza de Empresarios-Constructores.
El trabajo físico pesado en condiciones de calor extremo y bajo un sol abrasador no solo es extenuante, sino que también conlleva un mayor riesgo de accidentes, insolación y otros problemas de salud.
Los sindicatos Unia y Syna, así como, la Sociedad Suiza de Empresarios-Constructores quieren trabajar, de manera conjunta, para fijar reglas claras que prevean la continuación de los trabajos siempre y cuando pueda garantizarse la protección de la salud. A partir de una previsión de temperatura de 33 grados o más, los trabajos pesados al aire libre en zonas que no estén permanentemente a la sombra deben ser interrumpidos, con la consiguiente ampliación de los plazos de construcción.
Se necesita la implicación de todas las partes afectadas
El objetivo de los interlocutores sociales es traducir estos parámetros de referencia en reglas de aplicación general. Para ello, han invitado a una mesa redonda a representantes de los constructores, los contratistas generales, las autoridades y la Suva. Como primer paso, todas las partes han declarado su voluntad de colaborar para encontrar una solución.
Paralelamente a los esfuerzos mencionados, los interlocutores sociales también se están implicando a nivel político. El objetivo es mejorar el marco jurídico para que el respeto sistemático de la protección de la salud se vea recompensado en lugar de castigado.