Entrevista

La recolección de firmas para la Iniciativa por la Democracia es dura pero gratificante

- Emine Sariaslan
Recogiendo firmas para la Iniciativa por la Democracia

Recoger firmas para la Iniciativa por la Democracia es una tarea difícil. Conseguir que las personas firmen nuestra iniciativa requiere no sólo buenos argumentos, sino también mucho humor y tolerancia a la frustración, pues los oponentes rechazan, sermonean y a veces incluso se oponen agresivamente a nuestros objetivos. Desde luego, también necesitamos la energía que da el luchar juntos por un mismo objetivo. En «Horizonte» hablamos con tres personas que han estado recogiendo firmas. Aquí sus historias.

Liliana Valdés Penna, 46 años, enfermera titulada HF, Berna

Liliana aún no tiene el pasaporte suizo. Se está preparando para la naturalización, hace quince días hizo el examen respectivo. Ella dice: “He empezado el proceso recién ahora porque antes no estaba en condiciones de devolver todo el dinero de la asistencia social. Me habría resultado imposible. Tuve que esperar 13 años para no tener que devolver el dinero de la asistencia social, dinero que recibí para enfrentar dificultades económicas. Mi motivación para la naturalización es la participación política en la toma de decisiones en Suiza, ya que vivo aquí y quiero influir de alguna manera”. Para Liliana, la Iniciativa por la Democracia significa “justicia y fortalecimiento de la integración y la participación”. Mientras recoge las firmas, también percibe el deseo de participar de muchas personas migrantes. Por eso recoge firmas sobre todo en la comunidad latinoamericana, ya que puede motivar mejor a sus compatriotas. Solo unos pocos muestran desinterés. La mayoría de la población migrante de América Latina en Suiza no está naturalizada y es partidaria de la Iniciativa por la Democracia. Liliana pide a todas las personas con historias de migración informarse más sobre la Iniciativa por la Democracia y apoyarla. También llama a las personas a afiliarse al sindicato Unia, que hace mucho por todos/as los/las trabajadores/as y defiende sus derechos. Porque como ella dice: “Solo la unión hace la fuerza”.

 

Arijan Bilali, alias Bostan, 30 años, empleado administrativo, Zúrich

Bostan está nacionalizado y muy comprometido con la Iniciativa por la Democracia. Recoge firmas en la calle y en diversas actividades en las que participa. A la hora de recoger firmas vive experiencias diferentes, ya que las reacciones son muy variadas. “Hay gente que se alegra de la iniciativa, nos cuenta su vida y comparte sus experiencias de discriminación. Pero también hay gente que tiene mucho miedo de las culturas extranjeras. Tengo muchas discusiones muy diferentes”. Bostan afirma: “Vivimos en Suiza, hemos construido juntos la infraestructura y pagamos impuestos. Por tanto, las personas migrantes también deberían naturalizarse para poder tener voz y voto. La naturalización debería simplificarse y estandarizarse. El caos burocrático que reina actualmente en Suiza, donde cada cantón y cada municipio hace lo que quiere, ya no está a la altura de los tiempos. No es aceptable que la gente viva en Suiza durante 40 o 50 años y aún no se haya naturalizado. Eso tiene que cambiar”.  Y porque quiere que esto cambie, colabora en la recogida de firmas para la Iniciativa por la Democracia.

 

Hasgül Coban, 49, empleada en un grupo de juego, Berna

Hasgül está naturalizada. “Cuando me nacionalicé, sentí que pertenecía más a esta sociedad. Puedo participar en la vida política, tengo derecho a votar y a ser elegida. Además, la naturalización me aporta seguridad y muchas ventajas: antes teníamos que renovar continuamente nuestros permisos. Cada vez que tenía que hacer estos trámites, me ponía nerviosa porque me preguntaba si esta vez los renovarían. Cuando no trabajábamos, era arriesgado renovar los documentos, lo que nos hacía sentir inseguros a mí y a mi familia. Tenía problemas de salud y no podía trabajar. Mi asesor social me decía que debía volver a Turquía. Pero ahora que tengo el pasaporte suizo, no hay riesgo de que me expulsen». Hasgül apoya la Iniciativa por la Democracia con la recolección de firmas en la calle y en actividades organizadas por asociaciones de habla turco-kurda. Para ella es importante que los y las migrantes que viven en Suiza se naturalicen según criterios objetivos, como exige la Iniciativa por la Democracia. También cree que el periodo de espera de 10 años es demasiado largo. Hay personas migrantes, sobre todo jóvenes, que cumplen los criterios objetivos en 5 años. Para ellos, la puerta al proceso de naturalización debería estar abierta. Hasgül destaca como muy positiva la fuerte solidaridad en la Iniciativa por la Democracia: “Migrantes, personas suizas, mujeres, hombres, jóvenes y mayores están recogiendo firmas voluntariamente. Esto demuestra que juntos somos muy fuertes y podemos cambiar la sociedad”.