La acería Stahl Gerlafingen pretende suprimir puestos de trabajo y desconectar los hornos de fusión. El personal, juntamente con el Unia, lucha frente al posible cierre de la acería. Uno de ellos es Zoran Kumbric, de 53 años. Le gusta su trabajo y lleva 24 años en la empresa. Zoran es vicepresidente de la comisión de personal y lucha contra el posible cierre junto con sus colegas. Horizonte ha hablado con él.
Estoy muy contento y me entusiasma ver la manera en la que el Unia y otros sindicatos nos apoyan y luchan por nosotros con todos los medios que tienen a su alcance.
Ya en primavera Stahl Gerlafingen cerró una cadena de producción y despidió a 59 personas. Ahora ha anunciado 120 despidos. La actual amenaza de cierre es muy estresante para todas las personas empleadas. Estamos muy preocupados por nuestros puestos de trabajo y por la continuidad de nuestra empresa. Nuestra dirección ya lo dijo en primavera: Stahl Gerlafingen achaca las medidas a la prohibición de facto de la UE, en vigor desde mediados de 2023, de importar acero suizo. También echa la culpa a las elevadísimas tarifas energéticas y de utilización de la red.
El lunes 21 de octubre estuvimos en la Plaza Federal porque no tenemos otra opción que dar visibilidad a nuestra sitaución para que los políticos vean y oigan que estamos muy preocupados y conseguir que actúen de una vez y ayuden antes de que sea demasiado tarde. Nuestra acería es una acería que, en comparación con otras acerías, produce de forma respetuosa con el clima y garantiza un CO2 muy bajo. Si cierran la acería, habrá que importar acero y entonces habrá 50 000 camiones en nuestras autopistas, lo que provocaría grandes atascos y tampoco sería respetuoso con el clima. Como mayor empresa de reciclaje de Suiza, Stahl Gerlafingen contribuye de forma importante a la realización de una economía circular, orientada al futuro, en nuestro país. Por lo tanto, el cierre inminente de la planta también tiene importancia medioambiental y económica. Por ello, la acería debe permanecer.
Los políticos deben garantizar de inmediato que se apliquen normas vinculantes para el uso de materiales de bajas emisiones en la contratación pública y en todo el sector suizo de la construcción. Esto permitiría a empresas como Stahl Gerlafingen presentar ofertas competitivas y asegurar las ventas.
El ambiente entre las trabajadoras y trabajadores es muy deprimente. La gente está preocupada por sus puestos de trabajo. Nadie sabe lo que va a pasar, es estresante para las personas empleadas y sus familias. Detrás de cada persona empleada hay una familia. Yo mismo soy uno de ellos y espero que no haya despidos y que sigamos trabajando, aunque sea con el desempleo parcial.
La petición lanzada recientemente «¡Stahl Gerlafingen muss bleiben! », con la que se exige el mantenimiento de los puestos de trabajo y la toma de medidas políticas, de manera inmediata, ha sido firmada por 10 000 personas en siete días. La recogida de firmas continúa hasta el 9 de noviembre y esperamos poder recoger hasta entonces muchas más firmas. Este enorme apoyo deja claro que los políticos no deben esperar más y que el Grupo Beltrame, como propietario de Stahl Gerlafingen, tiene el deber de hacer todo lo posible para preservar el mantenimiento de la planta. Además, para el 9 de noviembre está prevista una concentración de solidaridad frente a las instalaciones de Stahl Gerlafingen. Queremos mostrar nuestra situación y dejar claro que estamos dispuestos a luchar por el mantenimiento de nuestros puestos de trabajo y la continuidad de la acería. Todas las personas que quieran apoyar esta lucha y mostrar su solidaridad están invitadas a participar.
Enlace de la petición: Alemán Stahl Gerlafingen muss bleiben! – Unia, die Gewerkschaft
Francés Pétition pour le maintien de Stahl Gerlafingen – Unia, le syndicat